“Al despertar Benito Camela una mañana, tras un sueño intranquilo, se encontró en su sofa convertido en un monstruoso insecto. Estaba echado sobre la dura coraza de su espalda, y, al ver por el espejo, vio su horrible rostro rojo, surcado por promienentes venas, con grandes orificios , poseia tambien unos enormes y filudos dientes, capases de devorar a cualquier ser sobre la tierra. Sus innumerables patas, capaces de soportar el enorme peso de su cuerpo, ofrecían a sus ojos el espectáculo mas aterrador.
-¿Qué me ha sucedido?
No soñaba, no, todo era cierto…”
-¿Qué me ha sucedido?
No soñaba, no, todo era cierto…”
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EJERCICIO 08 - KAFKA
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